martes, 26 de junio de 2012

Sistemas industrializados en la construccion


Sistemas Industrializados en la construcción .
 ¿Qué es la construcción industrializada?
Se conoce como construcción industrializada al sistema constructivo basado en el diseño de producción mecanizado de componentes y subsistemas elaborados en serie que, tras una fase de montaje, conforman todo o una parte de un edificio o construcción. En un edificio prefabricado, las operaciones en la obra son esencialmente de montaje y no de elaboración.
El grado de prefabricación de un edificio se puede valorar según la cantidad de elementos rechazables generados en la obra; cuanta mayor cantidad de residuos, menos índice de prefabricación presenta la construcción .
Existen cuatro sistemas diferentes de producción de elementos prefabricados Sistemas cerrados: los elementos se fabrican conforme a especificaciones internas del propio sistema. Responden únicamente a reglas de compatibilidad interna y el proyecto arquitectónico ha de subordinarse a los condicionantes del sistema.
Empleo parcial de componentes:  la gama de productos y prestaciones es más o menos fija admitiéndose ciertas variaciones dimensionales o de pequeña entidad. Su empleo no requiere un grado de industrialización determinado de sus realizaciones y pueden utilizarse en obras o proyectos claramente tradicionales.
Sistemas tipo mecano:  son resultado de la evolución hacia una apertura “acotada” de los sistemas cerrados, preparados para combinarse en múltiples soluciones suministradas por distintos productores que respetan voluntariamente un lenguaje combinatorio definido y acotado.
Sistemas abiertos: constituidos por elementos o componentes de distinta procedencia aptos para ser colocados en diferentes tipos de obras, industrializadas o no, y en contextos diversos.
Suelen valerse de juntas universales, gamas modulares acotadas y flexibilidad de proyecto prácticamente total.
Evolución histórica de la construcción industrializada
A lo largo de la historia hay varios precedentes de prefabricación debido al propósito de la sociedad de optimizar la eficiencia de los procesos productivos. El primer ejemplo significativo de construcción industrializada se remonta al siglo
XVI, cuando Leonardo da Vinci recibió el encargo de planificar una serie de nuevas ciudades en la
región de Loire. Su planteamiento consistió en establecer, en el centro y origen de cada ciudad, una 2 fábrica de elementos básicos que permitieran conformar a su alrededor un gran abanico de edificios. Dichas construcciones habían sido diseñadas previamente por él mismo para generar, de forma fluida y flexible, una gran diversidad de tipologías edificatorias con un mínimo de elementos constructivos comunes.
Otro ejemplo es el sucedido en ese mismo siglo durante la guerra entre franceses e ingleses, donde el ejército de Francisco I y Enrique II planificó las batallas contra Inglaterra construyendo pabellonesde madera prefabricados que albergaran a sus soldados durante la ofensiva. Transportados fácilmente por barco, se montaban y desmontaban rápidamente por los propios soldados, de tal forma que los campamentos fueran, además de resistentes y confortables, ágiles en sus desplazamientos. 
Siguiendo una técnica muy similar, en 1578 también se ejecutó en Baffin (Canadá) una casa prefabricada de madera que había sido construida en Inglaterra. Asimismo, en 1624, la Great House, una casa de madera panelizada y modular, construida por Edward Winslow en Inglaterra, fue trasladada y montada en Massachussets, Estados Unidos. Aunque estos dos últimos ejemplos no se pueden considerar prefabricación en estado puro, ya que la construcción de elementos no fue en serie sino diseñados para edificaciones singulares, sí que se aprecia un significativo cambio de mentalidad aplicada a la construcción. 
No sería hasta el final del siglo XVIII cuando empezó a ser tangible la posibilidad de industrializar la construcción. En Europa, se empezó a desarrollar la construcción de puentes y cubiertas con hierro fundido, material que sería después aplicado a la elaboración de pilares y vigas de edificios. Al mismo tiempo, en Estados Unidos, se llevó a cabo la construcción de edificios de tipología Balloon Frame, constituidos por listones de madera provenientes de fábrica y ensamblados mediante clavos fabricados industrialmente.
Habría que esperar hasta finales del siglo XIX para que se volviera a utilizar en edificación el hormigón (que apenas se había empleado desde la época de los romanos), que aplicado junto con entramados de alambres, constituía una materia prima ideal para prefabricados. 
En 1889, aparecía en EEUU la primera patente de edificio prefabricado mediante módulos tridimensionales en forma de “cajón” apilable, ideada por Edward T. Potter. Y en 1891 se prefabrican las primeras vigas de hormigón armado para la construcción del Casino de Biarritz.
A mediados del siglo XX, Le Corbusier,
inspirado en el sistema productivo de Henry Ford para la industria automovilística, presenta en el Modulor los resultados de sus estudios basados en un trazado proporcional establecido por la medida humana, a usar como instrumento clarificador en fase de proyecto. Según su concepción de la producción de edificios residenciales como “máquinas de vivir”, el Modulor representa un sistema “en el que se pretenden conciliar los deseos de orden y proporción típicos del renacimiento, basados en trazados reguladores geométricos y en series matemáticas que comportan composiciones musicales, con la nueva cultura moderna de la construcción industrializada”.
A lo largo de dos décadas, la prefabricación basada en sistemas de diseño cerrados, cuyos elementos representativos eran grandes paneles de hormigón se fue desarrollando en Europa, especialmente en los países del este y los países escandinavos. Este hecho fue debido a un contexto de gran demanda de edificación residencial y pocos recursos económicos consecuencia de la IIa Guerra Mundial.
Construcción industrializada basada en diseños cerrados. Las características de este sistema deconstrucción industrializada fueron las siguientes: 3
a) Exigencia de un mínimo del orden de mil viviendas agrupadas para intervenir con sistemas prefabricados.
b) Proyectos con mínimas variaciones formales para reducir el número de elementos diferentes.
c) Bloques de tipología lineal de gran frente, con el pretexto de evitar el cambio de las vías para las grúas-torre de montaje.
d) Luces mínimas de forjados, para cumplir con los gálibos de transporte que condicionaron las dimensiones máximas del tamaño de las habitaciones.
e) Nula flexibilidad de distribución en planta: la tabiquería también se ejecutaba con paneles portantes de hormigón en las tipologías estructurales cruzadas
En general, la industrialización se le imponía al proyectista como una herramienta de economía de construcción, y el sistema constructivo representaba un factor incompatible con la arquitectura .
Construcción industrializada basada en diseños cerrados.
Distribución en planta. A partir de 1970, en los países de la Unión
Europea, la demanda de viviendas en edificios en
altura disminuyó, siendo sustituida por la edificación de viviendas unifamiliares de mayor calidad. La prefabricación a base de sistemas cerrados de viviendas trató de evolucionar, buscando en la fase de producción una mayor flexibilidad, elasticidad y variación, intentando hacer posible la consecución desde estas fábricas de series cortas y diversificación del producto. Este hecho sentó las bases para un futuro sistema de prefabricación abierto .A finales del siglo XX, la construcción industrializada con sistemas cerrados de diseño quedó obsoleta. Gran parte de los edificios construidos con este sistema, fueron abandonados y demolidos, y la construcción de edificios de viviendas en altura se realizaba mediante sistemas tradicionales.
Paris. Construcción industrializada. Inicio de la prefabricación con diseño abierto. En cambio, empezó a prosperar la prefabricación de edificios públicos (escuelas, hospitales, oficinas, etc.) y edificios industriales .
La industrialización de la construcción se desarrollaba a base de grandes elementos prefabricados de hormigón. Los avances tecnológicos aplicados a este material permitieron prefabricar elementos estructurales y constructivos de variedad de formas y calidades no conseguidas hasta el momento.
 Ventajas
La industrialización implica optimizar la edificación des de una óptica industrial: construir por módulos y mediante rutinas de trabajo estandarizadas, y con un mayor grado de participación tecnológica.
La principal ventaja que ofrecen los productos prefabricados respecto a los elementos ejecutados “in situ”, es la notable calidad de los materiales y los acabados. Esto se debe a que los elementos prefabricados se producen en una planta con unas condiciones exhaustivas y estrictos controles de calidad .En obra únicamente se montan las piezas y los únicos problemas que pueden surgir son desperfectos derivados del transporte de dichos elementos.
De esta manera, se reduce significativamente el espacio necesario para acopio y producción de piezas en obra, así como el tiempo de ejecución del edificio. Este hecho conlleva que los costes globales de la obra también se reduzcan. Por otro lado, al externalizar la producción de los elementos a una industria se reducen los equipos de trabajo en obra. De manera general, los operarios de la industria de prefabricados son obreros con mayor 5 especialización y calificación que las cuadrillas de trabajos de construcción “in situ”. Eso deriva en una reducción significativa de los accidentes laborales de los trabajadores.
Finalmente, como la producción se realiza en un espacio dónde las condiciones de contorno están controladas, la gestión de los residuos generados es substancialmente más eficaz. Si a este factor, añadimos el hecho que el consumo energético es menor, se puede afirmar que la construcción industrializada es menos perjudicial para el medio ambiente.
Inconvenientes
Aunque los progresos en la cuestión han sido notables, el mayor inconveniente que tiene en la actualidad la construcción industrializada respecto a la construcción convencional sigue siendo la rigidez que provocan los elementos prefabricados en el diseño del proyecto. Por mucha versatilidad que tenga la planta de producción, es inviable que ofrezca la misma gama de formas y acabados que la construcción artesanal.
De todas formas, si se tiene en cuenta estadesventaja des del inicio del proyecto, actualmente las empresas prefabricadoras ofrecen una suficiente oferta de productos que, generalmente, satisfagan las exigencias de los proyectistas.
Además de la rigidez en el diseño, existe la problemática modular. En una construcción industrializada es complejo diversificar los componentes en diferentes industriales debido a la incompatibilidad entre las distintas marcas comerciales.
Por otro lado, todavía existen cuestiones técnicas no resueltas satisfactoriamente. En el campo estructural, los elementos resistentes de un edificio deben resistir las acciones a que está sometido de forma conjunta. Las soluciones actuales de uniones entre diferentes elementos estructurales de hormigón prefabricado no garantizan en su totalidad el monolitismo, con lo que no resultan eficaces sin realizar intervenciones “in situ”, especialmente en
zonas sísmicas .
Otro inconveniente, des del punto de vista económico empresarial, es que la inversión inicial para desarrollar una industria de prefabricados es significativamente mayor que el de una constructora convencional, cuyo principal “modus operandi” es la subcontratación de los servicios. Finalmente hay un aspecto negativo que es propio de este país. La realidad cultural en España es reacia a realizar edificación industrial mediante la construcción industrializada. Ya sea por el rechazo del consumidor último o por intereses económicos de las constructoras que defienden el modo tradicional de construcción, el desarrollo y aplicación de los sistemas prefabricados de hormigón es significativamente menor que en el resto de los países europeos.https://encrypted-tbn0.google.com/images?q=tbn:ANd9GcQxqCISDHxbtISM5GJbwmDGgZraG7OyMjo6cpEhTksI7SuaOtSwjw

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